Nuestro planeta conserva mucho calor en su interior. Este calor interno es una poderosa fuente de energía, que produce numerosos fenómenos geológicos, como los terremotos. Para saber la gravedad de un terremoto lo que se utiliza son un tipo de escalas donde se mide la importancia de dicho terremoto según la propagación de sus ondas. Estas ondas se originan en el origen, es decir, en la acumulación de energía que se produce cuando, para restablecimiento del equilibrio por desplazamiento de materiales del interior de la Tierra, desde condiciones inestables que son consecuencia de actividades volcánicas y tectónicas, que se originan principalmente en los bordes de la placa.
El funcionamiento interno de nuestro planeta puede tener efectos, a veces insospechados, en la superficie; como la formación de océanos o el desplazamiento de los continentes. Un estudio revela que en el manto superior de la Tierra la presión y la temperatura no son los únicos factores. El modelo mas simple del manto es el de una máquina calorífica convectiva. Éste tiene partes que están calientes y que ascienden y partes más frías que descienden.
Los terremotos pueden orgininar grandes consecuencias, como la destrucción de ciudades, pueblos... incluso puede llevarse la vida masivamente de muchos ciudadanos.
El funcionamiento interno de nuestro planeta puede tener efectos, a veces insospechados, en la superficie; como la formación de océanos o el desplazamiento de los continentes. Un estudio revela que en el manto superior de la Tierra la presión y la temperatura no son los únicos factores. El modelo mas simple del manto es el de una máquina calorífica convectiva. Éste tiene partes que están calientes y que ascienden y partes más frías que descienden.
Los terremotos pueden orgininar grandes consecuencias, como la destrucción de ciudades, pueblos... incluso puede llevarse la vida masivamente de muchos ciudadanos.