Terremotos tectónicos
Los terremotos tectónicos se producen en el interior de las fallas tectónicas o en sus proximidades, a causa del movimiento de masas rocosas a lo largo de las fallas o a desgarramientos y fricciones entre placas. Constituyen la mayoría de los terremotos y son los que provocan, a su vez, más catástrofes debido a su alta intensidad.
Suele ocurrir, también, que después de la sacudida principal le sigan más secundarias, llamadas réplicas.
Dependiendo de la profundidad en la que se produzcan, se diferencian:
Suele ocurrir, también, que después de la sacudida principal le sigan más secundarias, llamadas réplicas.
Dependiendo de la profundidad en la que se produzcan, se diferencian:
- Los que ocurren por el movimiento de dos bloques a lo largo de una falla. Su hipocentro se encuentra a poca profundidad. Son los de mayor intensidad.
- Los que tienen lugar en las zonas de subducción, cuando una placa oceánica se introduce en el manto. Sus hipocentros son más profundos, hasta una profundidad de 700 km. Por debajo de esta profundidad, el material de la placa pierde su rigidez y no provoca seísmos.
Terremotos volcánicos
Los terremotos volcánicos se producen por el movimiento del magma del subsuelo y a las erupciones que a veces son muy explosivas. Normalmente, se producen cerca de los volcanes y son mucho menos frecuentes y de menor intensidad que los tectónicos aunque hay excepciones en las que el cráter del volcán vuela por los aires.